DIFERENCIAS ENTRE AUTOEMPLEADO Y EMPRESARIO



Antes de comenzar con la exposición de puntos clave que diferencian a los unos de los otros, ¿Sabemos realmente qué es un autoempleado y qué es un empresario en sus formas individuales? Muchas veces tendemos a confundirnos con ambos, por lo que después no somos capaces de comprender sus diferencias.
Creemos que para tener una buena comprensión sobre estos dos perfiles empresariales, es conveniente conocer cuáles son sus principales características. Conforme vayamos avanzando en el texto, podrás ir comprobando como las diferencias y los puntos clave van quedando cada vez más claros:
El autoempleado, a grandes rasgos


Esta figura es la que popularmente llegan a calificar como la más cercana a la libertad laboral, pero con muchos matices. Si dejásemos de lado regímenes y condiciones especiales, el autoempleado es aquella persona que ha decidido convertirse también en su propio jefe, es decir, cobra por lo que trabaja, ni más ni menos. Sus ingresos van directamente a sus bolsillos, no hay intermediarios ni empresas de por medio, omitiendo los impuestos y porcentajes que se lleva el Estado.
Para que podamos ver la diferencia ente trabajador y autoempleado pondremos un sencillo ejemplo; Si un empleado baja su ritmo de eficiencia, corre el riesgo de que lo despida la empresa, pero por contrato tendrá que seguir cobrando el mismo sueldo mes a mes. El autoempleado si baja su ritmo, trabajará y ganará mucho menos. Si no se mueve por su cuenta y consigue nuevos acuerdos con empresas y particulares, corre el riesgo de que deje de percibir cualquier tipo de ingreso, y al no tener la cobertura total de una empresa, podría quebrar, más aún cuando no dispone de efectivo y tiene una pequeña cuadrilla de trabajadores a su cargo que le ayudan en sus tareas.
¿Qué es un empresario?


A pesar de que comparten algunas similitudes, muchos confunden ser empresario con autoempleado, por lo que en esta ocasión tendremos que establecer una barrera en medio para poder dejar claras cuáles son las características clave de unos y de otros. Si el autoempleado era el encargado de llevar adelante su propia marca, buscar nuevos clientes y realizar el trabajo acordado, el empresario ahora pasa a ser la mano coordinadora y administradora de esa empresa.
Es decir, los trabajos técnicos ya no son realizados por los empresarios, sino que estos ahora pasan a dirigir la empresa para establecer nuevas estrategias y poder alcanzar objetivos. No es necesario que sus manos trabajen para garantizar la continuidad de la empresa, dejan que una cuadrilla de trabajadores a su cargo sea el motor principal de mano de obra.
¿Qué es el Cuadrante de flujo de Robert Kiyosaki?


Robert Kiyosaki es un empresario, conferenciante, inversor, fundador de Cashflow Technologies y escritor de varios libros que han cosechado muy buena crítica en el sector de la autoayuda financiera. Uno de estos éxitos es el libro llamado Cuadrante de flujo de dinero.
Si hacemos un repaso por las ideas más importantes que se definen en este libro, Kiyosaki nos propone la existencia de 4 clases de ingresos que dependen de la actividad de donde se hayan generado:

Si nos fijamos en estos cuatro apartados, veremos que en la parte izquierda se sitúan las dos actividades que permiten que el dinero sea "ganado a base de esfuerzo, hablamos del empleado y el autoempleado, donde ambos requieren un esfuerzo constante para poder conseguir beneficios, uno evitando el despido y otro consiguiendo flujo de caja.
Por otra parte, a la derecha se encuentran las otras dos formas que permiten conseguir beneficios, pero de una forma más pasiva. Los inversores y los empresarios, siendo éstos prescindibles en el día a día de su empresa, es decir, pueden faltar un día (o varios) y los beneficios siguen generándose, pues no tienen por qué trabajar directamente con los empleados, ya que la empresa cuenta con los recursos necesarios como para poder seguir funcionando por su cuenta.
Entonces, ¿Es lo mismo autoempleado y empresario?

Hay multitud de emprendedores que pueden llegar a confundir las condiciones de uno y otro ya que se encuentran en situaciones donde creían que esta nueva condición de trabajador les iba a aportar una mayor libertad, cuando en realidad sucede lo siguiente:
Se ven como los únicos capaces de llevar a cabo las tareas que se tienen que efectuar.

Cuando ellos no están, algunas funciones de producción y/o ventas se detienen.

Cuando llega un cliente, tiende a solicitar exclusivamente su trato.

Si se pone manos a la obra, una hora de trabajo suyo equivale a una hora de resultados, sin embargo, una hora delegada podría pasar a convertirse en 5 horas de producción si lo hicieran otros empleados.
Si hiciéramos un balance nos daríamos cuenta de que la libertad que tanto se ansiaba ha pasado a ser solo una pequeña parte de lo que esperábamos. Sin embargo, emprender como autoempleado aporta una independencia gratificante que nos permite marcar nuestro techo y definir el volumen de trabajo que queremos realizar, aunque renunciaremos a la estabilidad y seguridad que proporciona un empleo. Llegar a convertirse en empresario es solo un paso más que se irá realizando dependiendo del crecimiento del autoempleado.

Para finalizar, es importante mencionar que muchos grandes empresarios comenzaron como autoempleados y a medida que su cartera de clientes fue creciendo, comenzar a crear sistemas de negocios y a delegar los procesos operativos para poder enfocarse en el crecimiento y expansión de la empresa.

Comentarios