1. Tu empleo consume tu tiempo. Tener un empleo es dedicar ocho o diez
horas diarias a una actividad sin darte cuenta que cuanto más tiempo dedicas a
la compañía, menos tiempo dedicas a tu familia, a tus sueños y a ti mismo.
2. La compañía decide tu salario. Cuando trabajas para alguien entonces
ese alguien determina el límite de tus ingresos. Sin embargo, tu fuiste
diseñado con la capacidad de genera el doble, triple o hasta 10 veces más de lo
que ganas actualmente.
3. Tu jefe decide tus vacaciones. En algunas compañías te pagan las
vacaciones para que sigas trabajando ininterrumpidamente. Ignorando por
completo que el descanso es parte de la salud de todo ser humano. Y con ello
solo demuestran que no les interesas en absoluto como persona sino únicamente
por tu capacidad productiva.
4. Tu empleo consume tus años. Sin darnos cuenta el tiempo pasa tan
rápido que al ver para atrás descubres que has dejado toda tu vida, tus
fuerzas, tu inteligencia y hasta tus ojos en una actividad trabajando para
alguien más.
5. Tu jefe se convierte en tu opresor. Si tener un empleo ya es
suficiente carga en tu espalda, tener un jefe prepotente y abusador puede ser
una pesadilla. Sin embargo, soportar esta clase de situaciones se presenta en
la gran mayoría de empresas cuyo eslogan parece ser "o te aguantas o te
largas".
6. Las Corporaciones carecen de oportunidades. Recuerdo que el libro
"Padre Rico" de Robert Kiyosaki lo expresa así: "en la escalera
corporativa siempre encontrarás un enorme trasero enfrente de ti". Y eso significa
que para crecer y superarte tendrías que eliminar a quien ocupa el puesto que
tu deseas y eso se convierte en una aspiración macabra.
7. La oferta de talento barato es abrumadora. El panorama por lo visto
no es muy alentador pues la tendencia es que las compañías contratan a los más
jóvenes, mucha veces recién graduados porque no solamente están más
actualizados sino que por carecer de experiencia pueden pagarles salarios más
bajos.
8. Las fuerzas no son para siempre. Trabajar toda una vida para
finalmente recibir una pensión que devaluada no corresponde ni a un tercio de
tu último salario pareciera ser la recompensa que el sistema corporativo le
brinda a quienes han dejado todo a cambio de nada.
9. El clima laboral es cada vez más hostil. La falta de oportunidades
hace que tengas que cuidar tu plaza a cualquier precio. De ahí que no esperes
lealtad, ni el supuesto "ambiente agradable" que las compañías
engañosamente ofrecen. Por el contrario, tus enemigos te estarán esperando ahí,
en el cubículo de al lado cada mañana para hacer tu vida de cuadritos.
10. El empleo no es la respuesta para lograr tus sueños. Por todo lo
anterior podemos concluir que el empleo no es precisamente el vehículo ideal
para alcanzar tus sueños. Lo que ocurre es que muchas veces esos sueños ya se
han extinguido porque como seres humanos nos acondicionamos y adaptamos a un
sistema que así funciona y por tanto así debemos aceptarlo.
La buena noticia es que no todo es tan malo y lo que pretendo con
artículos como este es abrir tus ojos y zacudir tu cerebro para que reacciones
y te des cuenta que hay un mundo de oportunidades que comienzan justo ahí donde
estás ahora.
El siguiente mensaje expande maravillosamente sobre lo que acá he
hablado. Me encanta especialamente la parte donde dice que es tiempo de las
empresas "de uno". Escúchalo detenidamente, no una, ni dos, sino
muchas veces hasta que anheles tanto tu propia libertad financiera que empieces
a construir tu nuevo camino hacia ella.
Comentarios
Publicar un comentario